Después de leer algunos comentarios en las publicaciones de los gráficos que hicimos sobre nuestra entrada SANTIAGO APÓSTOL: CÓMO UNA CIUDAD REFRENDA OFICIALMENTE SU FE RELIGIOSA Y SU RACISMO decidimos hacer algunas puntualizaciones.
Nuestro texto es un resultado de un largo proceso de investigación histórica en materiales académicos rigurosos, no es un texto de opinión. Nosotras no nos inventamos el “Mataindios” después del nombre “Santiago”, este fue un sobrenombre que se usó activamente durante el proceso de la colonia. Hay bastantes representaciones visuales que así lo nombran y lo retratan, en estas se le puede ver encima de cuerpos heridos y aplastados de personas indígenas.
El nombre Santiago es una yuxtaposición de las palabras «San» y «Jacob». El nombre y la figura de Santiago surgió muchos años después del surgimiento de la figura del apóstol de Jesús, Jacob, durante el proceso de reconquista del territorio que hoy conocemos como España. Recordemos que Santiago Apóstol es una figura religiosa y no histórica.
La figura de “Santiago Apóstol” es polisémica, lo que quiere decir que se le asocia con varios significados que referencian a diferentes momentos como: Jacob Apóstol de Jesús, Santiago Apóstol figura evangelizadora de la península Ibérica, Santiago Matamoros durante la reconquista de la península ibèrica, Santiago Mataindios durante la Colonia, Santiago Mataespañoles durante algunos procesos independentistas, Santiago Matarrojos durante la Guerra Civil Española. El símbolo, es dinámico y fue cambiando a través de la historia.
Por ejemplo, la figura de Santiago Mataindios fue cambiando, pasó de estar montado en un caballo que pasaba sobre cuerpos desmembrados de personas indígenas, a estar montado sobre un caballo que pasaba sobre personas indígenas que no estaban visiblemente heridas, hasta estar finalmente representado únicamente sobre su caballo sin aplastar a nadie, dónde regresa a su, inocuo, nombre de Santiago Apóstol.
Aunque esta representación es imaginaria, religiosa y ficcional, opera como una figura disciplinaria que buscó regular el comportamiento de las personas indígenas para poder llevar a cabo el proyecto colonial operado y planeado desde la Corona Española,no sólo en México sino en otros territorios en América.
Entonces, materialmente el “Apóstol Santiago” llamado durante la Colonia “Santiago Mataindios” no mató a nadie pero su imagen se usó para promover la violencia y el genocidio, así como para afianzar el poder y la dominaciòn sobre las poblaciones indígenas en América. Su nombre es una prueba de esto. Por lo cual, independientemente de si es una persona de carne y hueso o si es una figura religiosa, es un personaje con un impacto histórico y real, ya que sirvió para implementar una compleja pedagogía de la dominación, opresión y violencia.
La figura de Santiago nos interesa para poder rastrear y entender cómo estas figuras se han utilizado (y se siguen utilizando) para aprobar la marginalización y racismo que sufren millones de personas a diario en nuestro país. Nos inquieta que sea llamado Santo Patrono de Querétaro y que en la nomenclatura de nuestra ciudad se mantenga una figura que fue usada como símbolo de la violencia y la disciplina del proyecto colonial.
Particularmente nos indigna que el Gobierno de la Ciudad de Querétaro haya refrendado su figura en fechas recientes (1996, 2018); mientras hace uso del patrimonio cultural hñahñu como parte central de la identidad de la ciudad de Querétaro, pero a la vez persigue de manera violenta (por medio de los inspectores) a comerciantxs ambulantes indígenas en espacios públicos del Centro Histórico de la ciudad y destina recursos económicos de maneras dispares beneficiando a poblaciones urbanas sobre poblaciones indígenas.
Comercializamos ropa y productos, pero lo hacemos como una materialización de los procesos e ideas que queremos visibilizar y transmitir. Comercializamos y desarrollamos productos con personas indígenas, y honestamente, sentiríamos asco de nosotras mismas al capitalizar su trabajo mientras nos mantenemos en silencio acerca de la violencia y el racismo que viven. No podemos hablar de comercio justo o moda ética sin ser activamente antirracistas.
Vamos a seguir profundizando en el tema porque nos interesa reflexionar acerca de la figura y cómo refleja el racismo de nuestra ciudad. Nos interesa vivir en una ciudad, un país y un mundo menos racista. Nos interesa que las personas sin importar su origen o clase social puedan vivir con dignidad.
El racismo es un sistema, el colonialismo es un sistema. Cómo se nombra una ciudad no es una cosa dada, es un discurso y una práctica política (es decir, del sistema).
Seguiremos profundizando en el tema (nos faltan dos entradas más) porque nos interesa desentrañar nuestro racismo a nivel local y poder llevar a cabo acciones concretas para visualizarlo con la esperanza de erradicarlo.